El secretario técnico del Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), Andrés Roasenda, detalló el proceso de consulta y las principales conclusiones

Dar mejor puntaje a quienes ofrezcan buses menos contaminantes y que los operadores tengan mayor participación al momento de elegir la flota son algunas de las solicitudes que se recibieron.

 

Una importante convocatoria tuvo el proceso de consulta pública de los contenidos esenciales de las bases de la nueva licitación del transporte público de Santiago que, tras un plazo de 45 días, acaba de concluir.

 

En dicho período, más de 120 actores provenientes del mundo empresarial y académico entregaron sus observaciones, comentarios y sugerencias al documento, las que serán analizadas y consolidadas en eventuales modificaciones a las bases de licitación.

 

El secretario técnico del Directorio de Transporte Público Metropolitano (DTPM), Andrés Roasenda, detalló el proceso de consulta y las principales conclusiones en el encuentro organizado por la Fundación Transurbano y al que también asistieron Genaro Cuadros, director de la Fundación Transurbano, Eric Martin, ex secretario Técnico de la DTPM y Luis Rizzi, representante de Sociedad Chilena de Ingeniería de Transporte (Sochitran).

 

Roasenda explicó que el periodo de consulta público contempló diversas modalidades de participación de distintos actores del transporte público, tales como documentos, talleres presenciales y consultas a través de la página web. El origen de las propuestas vino en su mayoría en un 69% de los talleres organizados por el DTPM en conjunto con el Ministerio de Transportes, en los cuales expertos, académicos y empresas pudieron analizar en detalle los contenidos esenciales y posteriormente hacer sus sugerencias. A dichos talleres asistieron mayoritariamente las empresas (82,2%), entre quienes se contaban operadores y fabricantes de buses.

 

Roasenda señaló que, entre las sugerencias, está la petición de que exista mayor participación de los operadores de vías en la selección de la flota a operar, dada la experiencia operacional que poseen este tipo de empresas, el conocimiento de la industria y lo determinante que será el tipo de tecnología en la estructura de costos a ofertar en la licitación de vías.

 

También se abordaron las exigencias establecidas en los contenidos esenciales, como el costo por infraestructura de carga, la certificación ISO de seguridad vial, la igualdad de género y la operación de zonas pagas. En ese sentido, Roasenda explicó que se está analizando cómo incorporar de mejor forma estas exigencias de manera que se garantice un mayor estándar de transporte, pero a su vez, no se reduzca la competitividad.

 

Además, se sugirió otorgar mayor puntaje en la evaluación técnica a quienes ofrezcan menores niveles de emisión de contaminantes y mejores condiciones laborales a sus trabajadores.

 

A su vez, se pidió incorporar otros tipos de tecnologías no contaminantes, más allá que la propulsión eléctrica, y que el costo de operación sea la clave para definir el tipo de tecnología a utilizar.

 

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